Por Susana Celis
Desde el lunes 14 de julio, hemos visto en los patios de la Universidad de Santiago, diversos lienzos y plotters, llamando a la comunidad Universitaria a participar del proceso de acreditación.
La re acreditación de la universidad se ha convertido en el principal desafío de nuestro “querido y mentiroso” rector Juan Manuel Zolezzi.
OTRA FARSA DE LA CONCERTACIÓN
¡Financiamiento, acreditación, otra farsa de la Concertación! Esta consigan fue una de las principales que se cantaban y pintaban durante las movilizaciones del año 2005, en contra del paquete de leyes que el gobierno promovía para reformar la educación superior. Un nuevo sistema de financiamiento, que hoy se traduce en los créditos con aval del estado a los estudiantes que deben pagar altos intereses a instituciones financieras, privatizando totalmente el sistema de créditos. Esta ley fue promulgada por Ricardo Lagos en junio del 2005, entre las protestas estudiantiles de universitarios de todo Chile
La ley de endeudamiento, y la ley de estatuto orgánico, aún duermen en las carpetas del Mineduc, ya que no se ha logrado un acuerdo para aprobarlas.
Pero quedaba otra ley en ese fatídico paquete, que si bien no fue aprobada el 2005, si se reformulo y fue promulgada el año 2006. La ley de acreditación.
Esta, define las pautas de evaluación que deberán tener todas las instituciones de educación superior, sin diferenciar entre privadas y tradicionales. Dicha normativa, forma la Comisión Nacional de Acreditación, CNA que acredita a las instituciones en su totalidad. Y por otro lado se define la acreditación por carreras, que están a cargo en un comienzo por la CNAP, Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado.
Estas comisiones, son en una primera etapa de la implementación del sistema de acreditación, ya que en el futuro se contempla la creación de instituciones privadas que se dediquen a acreditar carreras o instituciones, las que podrán ser contratadas por cualquier institución de educación sin restricciones.
La famosa acreditación, debe evaluar ciertas pautas que garanticen la calidad de la educación superior. Sin embargo, la principal crítica que se hace es que los parámetros de evaluación no son claros ya que apuntan a que las universidades tengan una administración y sistema de gobierno totalmente mercantil y privado. De este modo, no son considerados la participación estudiantil como un fundamental en la construcción de educación de calidad, tampoco lo es la real calidad de los docentes, ya que se enfrasca en cantidad y no calidad, o sea cuantos doctores hay y no cuantos profesores son realmente idóneos a entregar los conocimientos adecuados a los estudiantes.
Y así existen muchas otras aristas como la infraestructura, que es evaluadas según el aire acondicionado que tiene, o si les pusieron o no alfombra a las salas, y no por ejemplo, si se cuenta con los laboratorios suficientes para impartir ciertas carreras.
Esta Ley de acreditaciones tiene muchas deficiencias detectadas desde que se comenzó a tramitar, lo que no se detecto desde un comienzo es porque la necesidad desesperada del gobierno de echarla a andar.
EL FACTOR MUNDIAL
En marzo de 2005, el Banco Mundial comienza a implementar en Chile un sistema de financiamiento por resultados, Este proyecto, apunta a la restructuración de los curriculum de las carreras de pregrado, según definiciones de proyectos internacionales como el proyecto de Bolonia, y Tuning, que nacen al alero de la Unión Europea y el Banco Mundial, y que fomentan la formación por competencias y el acortamiento de carreras para que apunten a la funcionalidad que requiere el sistema mercantil, distorsionando el sentido de las carreras para privilegiar la mano de obra barata y rápida, sin capacidad critica y de análisis para que no estorben al enriquecimiento de los grandes poderes económicos de todo el mundo.
El proyecto de Evaluación por resultados del Banco Mundial, aporta US$ 25.13 millones, los que son entregados a las Universidades y carreras a través de proyectos Mecesup2, para las reformas curriculares y los convenios por desempeños. En el caso de la Usach, la Facultad de Humanidades se adjudicó un proyecto Mecesup por alrededor de 80 millones de pesos para restructuración curriculares. En este proyecto la carrera que obtendrá recursos para implementar su nueva malla por competencias es Periodismo, que tiene el proyecto listo para ser implementado.
Muy bien, los dineros provenientes del Banco Mundial, no se entregaron así como así a Chile, existían ciertas condiciones, de las cuales una de ellas es tener una Ley de Financiamiento con garantía estatal y una LEY DE ACREDITACION, que evaluara según una serie de normas que entregan los proyectos internacionales.
Curioso por decirlo menos, una nueva mentira del gobierno, una nueva jugada del Banco Mundial, y un país con el sistema económico perfecto para que se experimente y juegue con la educación que las personas estamos dispuestas a defender.
Mientras por la USACH
Hoy por hoy, la Usach esta a una semana de ser visitada por los pares evaluadores y comenzar su re-acreditación. La primera vez que fue acreditada el año 2006, sólo consiguió acreditarse por 3 años. La principal deficiencia presentada por los evaluadores de esa oportunidad, fue la pésima gestión del entonces rector Ubaldo Zúñiga, la cual no ha mejorado con el nuevo gobierno universitario.
El rector Zolezzi, no ha dado explicaciones suficientes por irregularidades de diversos ámbitos como el económico. En este punto, la contraloría de la república entrego hace pocas semanas un informe que muestra los enormes desfalcos de dinero de la universidad desde 1982 hasta 1997. Si bien Zolezzi señaló que efectivamente existe una mala administración, no hablo de soluciones concretas para la recuperación de esos dineros, que serían muy útiles para cubrir tanto las deudas de la Universidad, como para mejorar el sistema de financiamiento que cada día se carga más a los estudiantes que sufren las alzas indiscriminadas de aranceles y matricula.
Por otro lado, se acreditará la nueva sede de Carabineros de Chile, ya que para quienes no lo sabían, la USACH ya parece la segunda casa de carabineros luego de que el rector autorice constantemente la entrada de estos al plantel universitario permitiendo que tomen detenidos a los estudiantes que se les de la gana, detener por sospecha, grabar y sacar fotografías a los estudiantes, aplicando detenciones selectiva, ingreso a centros de estudiantes, métodos de tortura, como tener a estudiantes tirados en el piso pisándolos a vista de transeúntes, académicos, autoridades y estudiantes que no pueden hacer mucho, además de dejarlos entrar durante horas de la noche para que conozcan a diestra y siniestra los pasillos de la universidad.
Como vemos, la acreditación no es un juego. Es una exigencia extranjera para seguir sometiéndonos a lo que a ellos les conviene. Altera el bienestar de los estudiantes, afecta directamente el desarrollo académico ya que apunta a la mercantilización de las carreras, y por sobre todo, continua la senda dela destrucción de la Universidad Pública.