Diversas voces han señalado que estos resultados demuestran que se necesita más que nunca la implementación de la Ley General de la Educación, viendo en este acuerdo realizado a puertas cerradas por la Concertación y la Alianza Por Chile, la solución para todos los problemas. “Quiero llamar la atención de los parlamentarios porque el rediseño institucional está en la ley general. Llamo a que ellos aprueben esta ley general porque está muy vinculada con el resultado del Simce” dijo la Ministra de Educación, Mónica Jiménez.
Sin embargo, no se plantea un análisis profundo que permita descubrir las razones estructurales que repercuten en que no haya ningún progreso en la enseñanza chilena. Creer que la derogación de la LOCE y la entrada en vigencia de la LGE llevará a obtener mejoras sustanciales es pecar de ingenuo. Como ya se ha dicho en este blog, la nueva ley es sólo un cambio superficial de su predecesora. Mientras no se haga una transformación profunda, atacando los problemas estructurales que radican en la mercantilización de la educación, no se tendrán soluciones.
Además, los indicadores evidencian un oscuro panorama en el acceso a una educación justa. En las pruebas de Lenguaje y Matemáticas el 53% y 60% de los alumnos de escasos recursos respectivamente, no superó el nivel inicial de aprendizaje, es decir, fue incapaz de aplicar en los exámenes los pocos contenidos aprendidos. Cifra diametralmente opuesta en los alumnos de mayores recursos, donde sólo un 11% y un 8% de los estudiantes, obtienen resultados bajo la media.
1 comentario:
compadre desde Curico les saludamos...necesitamos mas informacion al mail si no es mucha molestia:
toma_ucm_carmen@hotmail.com
gracias
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