Los aportes al sistema de educación superior crecieron un 82% desde 2005, pero la bonanza no ha sido igual para todos: mientras tres planteles recaudaron más de $ 4 mil millones cada uno en 2007, otros 30 bajaron sus ingresos por este concepto.
18/05/2008 - 13:29
Las donaciones privadas se están convirtiendo, de manera explosiva, en una importante fuente de financiamiento para algunas universidades. Entre 2005 y 2007 los aportes al sistema de educación superior crecieron en 82%, pasando de $11.155 millones a $20. 200 millones. Pero el alza no ha beneficiado en forma pareja a las 55 universidades e institutos profesionales que desde hace algunos años logran captar este dinero. Mientras tres planteles -De los Andes, Católica y De Chile- se reparten el 74% de los montos que el sistema captó el año pasado, otras como la Universidad Santa María, De Concepción, Austral y Diego Portales experimentaron importantes descensos. Es más, del total de instituciones beneficiadas, 30 bajaron su recaudación y 39 no llegan ni a los 100 millones de pesos. La concentración de recursos es evidente: los tres planteles líderes se llevan casi la totalidad del aumento experimentado en el período.
La Universidad de Los Andes, al igual que el año anterior, encabeza la lista de captaciones, con $5.400 millones, lo que representa un incremento del 48% respecto de 2005 y casi mil millones más que en 2006. Este plantel cuenta con un grupo de amigos -entre los cuales están Eduardo Fernández León y Gonzalo Ibáñez Langlois- quienes se encargan de buscar fondos y repartirlos en obras de infraestructura y becas. "Este dinero permite que el 24% de los alumnos tenga algún beneficio", dice Francisco Lavín, director ejecutivo de la asociación. Hoy cuentan con más de 400 donantes que aportan periódicamente.
De todas formas, las distancias con sus competidores más cercanos se han acortado. Hace tres años, la recaudación del plantel del Opus Dei superaba en más de 1.400 millones de pesos a lo captado por la Universidad Católica. Pero en 2007, la UC tuvo un alza de 130% respecto de 2005, lo que la sitúa a escasos 400 millones de la Universidad de los Andes. Caso aparte es la Universidad de Chile: entre 2005 y 2007 aumentó sus ingresos por donaciones en 560%, pasando de casi $ 700 millones a $ 4.500 millones (ver nota secundaria).
CHILE A AÑOS LUZ
Hoy la legislación estipula que el donante puede descontar de sus impuestos el 50% de lo que entrega, con un tope de UF 14.000, al año siguiente de su donación. Para poder acceder al dinero, las universidades deben inscribirse en un registro del Ministerio de Educación para certificar que las actividades que se financiarán están acordes con la ley.
Pese a esta fórmula, la cifra todavía es pequeña frente a quienes llevan la delantera en este sentido: las universidades norteamericanas y británicas. En los últimos tres años, por ejemplo, Harvard ha recaudado por este concepto 1,7 billón de dólares, unos 790 mil millones de pesos. En Estados Unidos, la política de recaudación está tan arraigada en las universidades, que incluso tienen departamentos especiales, los que no sólo buscan fondos entre millonarios, sino entre todos sus ex alumnos, a través de la estrategia de fundraising (recaudación de fondos). A tanto ha llegado su especialización, que incluso existen cursos y seminarios de capacitación para formar recaudadores y una extensa literatura al respecto.
En Chile, no todos sacan cuentas alegres. Los institutos profesionales son los menos beneficiados con los aportes de privados. Sólo cinco obtuvieron alguna donación en 2007. El primero en la lista es Inacap, con cerca de $ 25 millones. El último de la tabla es el Instituto del Fútbol, que sólo captó la suma de $ 530 mil pesos.
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