(fuente imagen: emol)
Matías del Río, conductor de Última Mirada y panelista de Tolerancia Cero de Chilevisión, quien es un férreo opositor de reformas educacionales que impliquen una mayor injerencia del Estado en los colegios y universidades, presenta un serio conflicto de intereses en este debate y en su labor como periodista, ya que es dueño del colegio San José de Lampa.
Por Equipo de Comunicaciones
Siempre se ha dicho que el periodismo debería tener una cuota de imparcialidad al cubrir determinadas noticias. La práctica y la simple observación de los medios de comunicación tradicionales, demuestran que esto no es efectivo, incluso, ni siquiera deseable. El problema es que lo ocultan con una preocupante efectividad.
Un caso descarado de una objetividad camuflada, que esconde un conflicto de intereses preocupante es el caso del periodista de la Universidad Finis Terrae y actual conductor del programa Última Mirada de Chilevisión: Matías del Río.
Este periodista, que en cuanto medio escrito, radial o televisivo despotrica en contra de la educación pública, se ríe del debate en torno al lucro –como en la pasada edición de Tolerancia Cero de Chilevisión en donde además es panelista-, es sostenedor del colegio San José de Lampa.[1]
El establecimiento forma parte de la fundación Astoreca, que funciona desde el 2005 y por el momento, sólo llega hasta cuarto básico. Según el propio del Río, su colegio “es gratis, no ganamos plata –parte de la pelotudez actual es lo del lucro: no hay que preocuparse de eso, sino de si los niños aprenden”.
El problema es que su colegio es particular subvencionado, o sea, pese a que este periodista critica con mucha soltura el "estatismo aberrante", llama a privatizar el diario La Nación ya que “funciona como un medio propagandístico”[2] y no pierda oportunidad en criticar a los trabajadores de Codelco, no tiene ningún problema en recibir mensualmente dinero del Estado para financiar su hermoso proyecto educativo.
Matías del Río, si tuviera un mínimo sentido de decencia y de honestidad periodística, debería inhabilitarse dentro del debate educacionaly específicamente, en torno al tema del lucro, ya que presenta un evidente conflicto de intereses , que le impide entregar análisis noticiosos que no estén marcados por el prejuicio, en base a su experiencia en este suculento negocio.
Como él hay cientos de políticos, periodistas y prestigiosos “líderes” de opinión que usufructúan de la educación, los que serán expuestos poco a poco por este medio. Paciencia.
[1] Fuentealba, Marcela. (2007). Matías del Río: chancho en el barro. Recuperado el 4 de junio de 2008 de http://www.paula.cl/blog/entrevista/2007/11/16/matias-del-rio-chancho-en-el-barro/
[2] Sepúlveda, Carmen. (2006). “No me voy a convertir en un imbécil”. Recuperado el 4 de junio de 2008 de http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/20060318/pags/20060318195412.html
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